Nuestra Fundadora

-

"SEÑORA LITA" Una mujer que se destacó por su inteligencia, por una actitud innovadora, por una gran exigencia a sí misma y hacia sus docentes, urgida quizás, por la necesidad de concretar anhelos largamente construidos.

Lía Angélica Berreta de Olmos Castro, “Señora Lita” para quienes la conocieron, nació en Tucumán el día 2 de octubre, hija de Angélica Bravo Zavaleta y Pedro N. Berreta, docente y periodista, de conocida trayectoria en la sociedad tucumana de la época.

Su formación: Completó todas las instancias de la carrera docente: maestra de grado, directora, consejera docente, vocal y Presidente del Consejo de Educación. Su desempeño estuvo basado en la convicción personal del valor de la educación y en una sólida formación teórica realizada a través de la capacitación continua. Este afán de perfeccionamiento la llevó a participar de numerosos encuentros educativos, tanto dentro como fuera de la provincia. En el año 1958 fue becada por la Universidad de Puerto Rico a una capacitación para docentes americanos siendo la única representante del interior del país convocada a este evento.

Una mujer de altas convicciones: “Debemos entender la vida como algo más que un simple existir. La vida no puede ni debe ser considerada sino, como un deber hacia uno mismo por el permanente y personal afán de perfeccionamiento, hacia la humanidad por los conceptos de solidaridad y hacia la patria para la que todos debemos querer el mejor de los destinos”, afirmaba.

El Espíritu Fundacional: Con este espíritu fundó en marzo del año 1967 el Colegio San Carlos. Para ello convocó a un grupo de jóvenes docentes para emprender su último y gran desafío profesional. Las exigencias que tuvo para con ella en su vida, las transmitió a sus maestras, a quienes formó con convicción, sabiendo quizás, que ésta era la garantía del éxito y la continuidad de su gran sueño.

Una Escuela Nueva: Los principios sobre los que apoya su accionar se basan en la Escuela Nueva y así lo explicaba ella misma “la escuela activa se funda en el esfuerzo constante del alumno tanto intelectual como en las actividades manuales…Esto es importante decirlo porque en la educación integral del niño todas las actividades son igualmente importantes… Conviene también informar a los padres que la escuela activa requiere un contacto permanente o el mayor contacto posible con la realidad.

Una gran educadora: Afirma con convicción “todos tenemos en la vida una misión que cumplir”, sin dudas la misión de la Señora Lía Angélica Berreta fue la de ser educadora, y cuando ella define la tarea del maestro se define a sí misma “cabe a nosotros los maestros, tener conciencia de la responsabilidad que nos incumbe. La conciencia de que nada se edifica sin esfuerzo, de que el tiempo se venga de lo que sin él se hace, la conciencia de que no cosechará frutos quien no plante el árbol, la conciencia de que la voluntad y la paciencia son las mejores armas por que son las que dan la victoria”.

Tenemos por lo tanto el privilegio de seguir sus huellas, de imitarla, de seguir concretando sus sueños que ahora es nuestro.

Compartir en redes sociales